¿Quién iba a pensar que en Australia nacería una de nuestras mayores catastrofes? No tiene forma de huracán, ni de terremoto, pero si un nombre y un apellido: Rupert Murdoch. Seguro que como en las películas americanas, que él mismo financia, de pequeño, se saco sus primeros ahorros repartiendo periódicos y soñando que algún día seria él quien acabaría dirigiéndolos. Y así fue, años después ese chico acabó cumpliendo su sueño y comenzó sus andanzas en diarios como el Daily Express o el The Adelaide News, Aunque si no hubiera sido por su contrato millonario con B4B hubiera terminado arruinándose. Poco a poco se fue corriendo la voz y se fue consolidando su fama, en muchos casos con no tan buena reputación, sin embargo consiguió forjar un imperio que tiene como principal pilar la News Corporation.
Esta empresa se basa en una política totalmente innovadora, consiste únicamente en atacar a los políticos que no están de acuerdo con sus ideales ni con su forma de dar la noticias, esta es la llamada “formula Murdoch” empleada en cada uno de sus medios , lo que le hace destacar ante la competencia, en el único tipo de prensa que Murdoch no consigue resaltar es la prensa rosa, a pesar del gran interés que posee por ella, terminará especializándose en política y apoyando a candidatos de la talla de Margaret Thatcher o George W. Bush, al cual apoya con una fe ciega y siempre da una buena propaganda de todos sus actos, como bien podemos en una de sus frases más célebres: “No podemos echarnos atrás ahora, dando a Saddam el Medio Oriente entero... Creo que Bush está actuando en una manera ética y correcta, y creo que va a continuar con ello”
Pronto Rupert adquiere el periódico The Times, expulsando a la mayoría de los trabajadores actuales y renovando la plantilla a su antojo. También se hizo con el New York Post que demostró un férreo apoyo por los candidatos de derechas. Esta postura fue vista de mala manera por el resto de periodistas que presentaron su descontento y Murdoch respondió de una forma realmente “madura” alegando: “Si he invertido tanto dinero en este periódico publicaré lo que me dé la gana”. Se convierte en un oportunista, comienza a apoyar a los candidatos por rachas y dependiendo de la financiación que hagan a sus medios, incluso llegó a arremeter contra los políticos derechistas, pero más tarde acabarían por volver a comprar su voluntad.
Su nacionalidad australiana pronto se verá rechazada cuando trató de comprar una de sus cadenas australianas, tuvo que realizar infinidad de chanchullos para poder obtenerla, ya que no se podían tener más de dos cadenas en Australia, de ahí su famosa frase: “Las noticias son mi pasión. Y dar a la gente opciones para que tengan dos periódicos para leer y más de un canal de televisión”. Finalmente cambiará su nacionalidad por la de estadounidense ya que con ella podía adueñarse de mas cadenas de radio y pronto comenzará a dedicarse a la compra de televisiones. A la hora de comprar FOX también se tuvieron que cambiar las leyes para que pudiera hacerlo y tuvo que vender gran parte de sus posesiones y es aquí donde comienza la gran deuda a la que hoy se enfrenta. Cuando comenzaron a revalorizarse sus empresas, incremento los créditos de sus accionistas, de forma que si las deudas suben, las finanzas igual, Murdoch suele subir la cantidad de acciones, pero no excesivamente ya que los accionistas llegarán a tener voto en todo lo que él haga.
Terminó adquiriendo la agencia Routiers (volviendo a sus negocios sucios para poder evadirse de los impuestos) y el World Street Journal teniendo la posibilidad de manipular la información financiera y poder moldear las empresas a su gusto, haciéndose así con la acción política de las industrias de la información. De esta forma cuantos más medios posee, mayor es su capacidad de poder dominar la opinión pública y tornarla a su favor. Si a esto sumamos que el gobierno estadounidense es el que menor cantidad de dinero invierte en la educación, creando así una sociedad que se cría en torno al televisor, Rupert puede llegar a hacer lo que le dé la gana con la capacidad de pensar de la gente, da miedo pensar que un apocalipsis se avecina ya que es uno de los principales precursores de la guerra de Irak, utilizando sus medios para generar el odio hacía el supuesto enemigo, es por ello que Murdoch inspiró el perfil de uno de los villanos de James Bond en El mañana nunca muere, un magnate de la comunicación que provoca una guerra entre naciones.
Un claro ejemplo en su cadena FOX, basada únicamente en la emisión de series y cumpliendo la máxima que Ignacio Ramonet argumenta: los medios cada vez tienden a informar menos y a entretener más, a que la gente haga todo lo que la televisión le mande, todo lo que le diga. Así es como funciona actualmente el mundo, las cadenas ya no son llevadas por periodistas, si no por empresarios sin escrúpulos a los que no les importa despreciar su nacionalidad con tal de un puñado de dinero, ¿Qué calidad de noticias vamos a esperar de alguien así? Parece que la odisea que Howard Beale pronosticaba en uno de sus monólogos de la película Network se hace realidad, el fatal invento de la televisión a caído en malas manos y solo nos queda sufrir todas las consecuencias que ello acarrea, ya que esta debe servir únicamente para acercarnos a la realidad, no para alejarnos de ella y Murdoch es experto en eso...
1 comentario:
Muy buen trabajo hermano, y muy critico tb eh! felicidades!
Pásate a leer mi artículo sobre el punk a ver que t parece!!
Un saludooo!
Publicar un comentario